Sònia Castanyer, jefe de protocolo del Gobierno de Andorra


Sònia Castanyer

Jefe de protocolo del Gobierno de Andorra

Des de el verano de 2009 Sonia Castanyer es la responsable de protocolo del gobierno andorrano. Diplomada en Turismo, es titulada Superior en Protocol y Relaciones Institucionales y ha sido responsable de prensa del Gobierno de Andorra de 1992 a 1997 así como técnica de protocolo en el Gabinete de Presidencia del gobierno andorrano. Cuenta con diversos cursos de especialización en protocolo como asistente y formadora.

Por el Sr. Juan Pablo Torrents-Faura

Un buen jefe de protocolo ha de ser un buen negociador con habilidades sociales, carácter resolutivo y dinámico pero al mismo tiempo reflexivo”

Sònia Castanyer

¿Cómo y cuándo empiezas tu actividad con el protocolo y las Relaciones Institucionales?
En 1993 trabajaba como responsable de comunicación del Gobierno de Andorra y en ese momento no existía ningún departamento ni personal asignado a los actos protocolarios. El trabajo de responsable de comunicación llevaba en ocasiones ha organizar los eventos impulsados por el Gobierno con la finalidad de lograr una mejor difusión y así fui iniciándome en la preparación y organización de actos. Necesidades profesionales e inquietudes personales me llevaron a buscar y a realizar diversas formaciones en protocolo en formato como seminarios o cursos semanales. Finalmente, en el año 2000 encontré la Escuela Internacional de Protocolo donde me matriculé a distancia en la escuela de Valencia, ya que en Catalunya en ese momento no existía la escuela.

Seguidamente, y desde la creación del Departamento de Protocolo en 1997, ocupé el puesto de Técnica de Protocolo. Posteriormente, en junio de 2009 el Gobierno de Andorra me nombró responsable del Departamento de Protocolo.

¿Cómo funciona un gabinete de protocolo dentro de un gobierno tan pequeño como es el andorrano?
El Departamento de Protocolo del Gobierno de Andorra depende directamente de los servicios del Jefe de Gobierno y en la actualidad asume 8 ministerios y 9 secretariados de Estado. El departamento consta de 4 técnicos en protocolo, 3 fotógrafos oficiales y una área administrativa y de contabilidad y dispone del apoyo de 5 chóferes oficiales.

Con la intención de coordinar todos los actos organizados por el Gobierno, se creyó conveniente no crear un departamento para cada uno de los Ministerios y que existiera uno con tal de mejorar la distribución de los actos, tanto para aprovechar nuestros recursos humanos y técnicos como para favorecer la divulgación de estos eventos.
Cada técnica tiene asignados unos ministerios y unas secretarías de Estado y, por tanto, se propicia un cuidadoso conocimiento del área en la que se trabaja y de las personas relacionadas con su entorno; asociaciones, entidades, y representantes de otras instituciones.

El total de eventos protocolarios realizados por el Departamento de Protocolo durante el pasado año 2009 fue de 205.

¿Qué es para tí el protocolo?
A parte de muchas definiciones que grandes profesionales han hecho del protocolo como la de “la imagen plástica del poder”, y muchas otras, hemos de considerar que el protocolo no se ha inventado ahora, hace siglos que existen códigos de normas de conducta tanto social como “palaciega”. El protocolo modula las formas, las ordenaciones de personas, de instituciones o de símbolos, siempre con la finaldad de que todos estén satisfechos con el trato y el reconocimiento que se merecen. Al legislar o reglamentar ciertas acciones se facilita las relaciones entre las partes implicadas.

El protocolo está presente en nuestro día a día, no hemos de caer en el error de pensar que sólo afecta a una élite; autoridades, altos cargos de empresa o de la sociedad civil por algún mérito especial. El protocolo es una forma de relacionarnos en todos los ámbitos.

Un /una buen jefe de protocolo y relaciones institucionales ha de ser…
Una persona formada y con amplios conocimientos en protocolo. Creo que como en todas las profesiones, la formación específica es indispensable. En tanto que el carácter o a las posibles cualidades necesarias, destacaría las de ser un buen negociador con habilidades sociales, con un carácter resolutivo y dinámico pero a la vez reflexivo. Evidentemente con capacidad organizativa y de gestión tanto del personal como de los recursos materiales. La educación y el respeto creo que son valores que cada día cuesta más de encontrar en todos los ámbitos profesionales pero que facilitan y abren muchas puertas de diálogo.

¿Qué consejo darías a las personas que están estudiando Protocolo o a los que ahora están empezando en esta profesión?
Observar siempre con mirada crítica y aprender cada día una lección de contenidos o de forma. Solamente que alguna circunstancia varie en un evento habitual puede comportar un cambio, un nuevo reto y de ello tenemos que aprender.
También ser serios con lo que hacen y cómo lo hacen, ya que en ocasiones no somos conscientes de la repercusión que puede tener una decisión protocolaria. Dentro del ámbito institucional se ha de valorar cualquier decisión desde muchos aspectos; político, social, de comunicación, de equilibrio institucional, ya que estamos proyectando la imagen de los responsables de la institución y al mismo tiempo de la misma institución. Respecto a lo que se refiere al protocolo de empresa también hemos de medir las acciones que se pueden ver reflejadas en beneficios económicos o de marca.

¿Qué opinión tienes del futuro del Protocolo y las Relaciones Institucionales?
Veo un futuro prometedor, tanto en las administraciones públicas como en el sector privado. Si hemos de creer en la importancia del diálogo, el respeto, las formas y la reciprocidad de les acciones en las relaciones institucionales, el protocolo y el ceremonial son una herramienta muy necesaria y un medio que en ocasiones influye para llegar a un consenso entre las partes. En todas les relaciones sociales, comerciales, culturales e institucionales, las formas empleadas y como atendemos a nuestros invitados, pueden modificar su resultado, por tanto, soy optimista y pienso que cada día nos daremos más cuenta de la influencia del protocolo en nuestra vida cotidiana.

Hemos de ser conscientes que des del momento en que todos estamos más estresados, disfrutamos de menos tiempo y de menos paciencia. Las decisiones protocolarias y organizativas que afectan a cualquier acto pueden facilitar el desarrollo del evento y a la vez conseguir un mejor clima y predisposición entre los asistentes y participantes.

¿Qué nuevas disciplinas/áreas/estudios crees que son necesarios para un buen profesional del Protocolo del siglo XXI?
El conocimiento de diversas lenguas y el dominio de las nuevas tecnologías y la actualidad política de nuestro entorno. Y, ¿porqué no?, de técnicas de relajamiento…
 
¿Tienes la impresión que el mundo del Protocolo ha tenido la evolución que esperabas?
Todavía no. Creo que está surgiendo un interés y reconocimiento hacia la necesidad de esta profesión, pero todavía existe mucho desconocimiento de lo que en realidad hacemos y esto, al mismo tiempo, conlleva mucho intrusismo que no ayuda en nada a nuestra profesión y que en ocasiones desvirtua su objetivo.
 
¿Nos puedes explicar alguna anécdota o situación comprometida que hayas vivido relacionada con el protocolo en un acto con el Jefe de Gobierno o con algún miembro del gobierno andorrano?
Una situación curiosa la tuve en el transcurso de una visita oficial de una delegación del Gobierno francés encabezada por su ministro. Este ministro preferió realizar un desplazamiento a pie, en vez de hacerlo con la comitiva de vehículos que estaba previsto en la puerta. El recorrido era corto, desde la sede del Govern hasta la sede del Consell General (Parlamento). Durante el desplazamiento, la comitiva se encontró con una vendedora ambulante de castañas, y el ministro francés, con mucha nostalgia de su infancia, quiso volver a tener una de las “bolsitas” tradicionales y al mismo tiempo invitó a todos los miembros de la delegación francesa y andorrana, incluyendo a su homólogo, a degustar las castañas recién hechas. En 2 minutos todos se estaban deleitando comiendo castañas, con las manos sucia y negras y, no sabían donde dejar las pieles. En la puerta de la Casa de la Vall nos esperaba el Síndic General (presidente del Parlamento) con otras autoridades del Consell General. La imagen de la llegada pasó por mi cabeza en segundos, ¡qué situación más surrealista! Tan pronto como encontré una tienda, entré y pedí una bolsa de plástico para que pudieran deshacerse de la basura y con unos pañuelos húmedos y perfumados que llevaba en el bolso evité un saludo de lo más ridículo. El trayecto habitualmente dura unos 7 minutos, pero en esta ocasión los recuerdo como una eternidad. Finalmente, todo quedó en una simple anécdota.

Ya para acabar, ¿Qué te parece una asociación tan nueva como la nuestra, nacida en 2007?
“La unión hace la fuerza”, esta es la divisa del escudo de Andorra. En este caso también la aplicaría como lema de vuestra asociación. Unir los esfuerzos para promover la formació, la profesionalidad y luchar para evitar el intrusismo.

Es una buena iniciativa para favorecer el contacto entre los alumnos y los profesionales de protocolo, facilitar la inserción laboral, contribuir con un fórum de opinión y de diálogo donde siempre se pueda debatir y encontrar soluciones a nuevas circumstancias y retos protocolarios.