“En protocolo no podemos quedarnos nunca encallados”


Juan Carlos Gafo

Jefe de Protocolo delaPresidencia delGobierno del Estado

Por la Sra. Pilar Guinovart

“En protocolo nunca podemos quedarnos varados.”

Juan Carlos Gafo

¿Cuál es tu trayectoria profesional, cuáles son tus inicios y cómo llegas a convertirte en jefe de protocolo de la Presidencia del Gobierno?
Me licencié en derecho y ejercí como abogado. Después emprendí la carrera diplomática que finalicé en el año 1991.
Estuve trabajando en el Ministerio de Asuntos Exteriores hasta el año en que ganó las elecciones José Luís Rodríguez Zapatero. Fue entonces cuando se me requirió desde la Presidencia del Gobierno ofreciéndome el cargo de jefe de protocolo, cargo que continuo ejerciendo desde 2004.
 
¿Por qué te dedicaste al protocolo?
Simplemente porque me pareció una oferta muy interesante.
 
¿Consideras que el protocolo ha evolucionado desde tus inicios?
Sí, creo que se ha tecnificado, y que se ha tenido mucho en cuenta tanto las nuevas tecnologías como otros aspectos fundamentales en el ámbito del protocolo, como los Departamentos de Prensa, de Comunicación y de Seguridad, que van íntimamente ligados con la ejecución de los actos.
 
¿Crees que existe alguna posibilidad de modificación o actualización del Real Decreto 2099/83, de las precedencias del Estado para que se contemple la nueva realidad del país?
Realmente, creo que existe tanto la posibilidad como la necesidad, el obstáculo quizá resida en el hecho de que no es el momento político preciso para abordarlo. El momento oportuno aún no ha llegado.
 
En tu opinión, ¿cuáles son las características más importantes que debe tener un buen jefe de protocolo?
En lo relativo a cualidades personales, creo que lo más importante es tener mucho sentido común, amén de ser tolerante y discreto, y actuar siempre con mucha naturalidad; es menester la diplomacia y la psicología, sin descuidar la presencia física que también es importante.
 
En lo relativo a las cualidades profesionales, creo que lo más importante es tener un buen conocimiento de todo el protocolo en general; tener una formación cultural muy amplia y conocer varios idiomas, así como estar al día en los avances de las nuevas tecnologías.
 
¿Cuáles son los cometidos que llevas a cabo?
Básicamente, me ocupo de todas las actividades del presidente del Gobierno, exceptuando las privadas y las de partido. Lo acompaño en todos los viajes nacionales y también al extranjero. También me ocupo de los actos las Vicepresidencias 1ª y 2ª del Gobierno.
 
¿Cuántas personas conforman tu equipo?
Somos 7 personas. Yo como jefe de protocolo, 2 subdirectores y 5 técnicos. Además se dispone de otras 15 personas de apoyo al Departamento de Administración.
 
¿Cómo es tu relación con los miembros de tu equipo?
Muy buena. ¡Excelente!
 
¿Cómo es tu relación con los jefes de protocolo de las diferentes CC.AA?
¡También es excelente! Precisamente recién he llegado de las II Jornadas de Protocolo de los Jefes de Protocolo del Estado celebrado en Palma de Mallorca y, en verdad, que existe una muy buena relación y franco entendimiento entre todos nosotros.
 
¿Qué te parece la creación de l’Associació Catalana de Protocol i Relacions Institucionals (ACPRI)?
Me parece una iniciativa muy positiva, ya que coordina esfuerzos y sinergias, y se puede crear con la finalidad de sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del protocolo.
 
¿Qué consejo profesional nos darías para nuestra Asociación?
Que busquéis siempre la máxima profesionalidad en la realización de los actos de protocolo, sobretodo para no quedarnos varados, ser conocedores de los avances tecnológicos y procurar una esmerada formación técnica y un reciclaje constante para estar siempre al día.
 
Y ya para finalizar una pequeña curiosidad… el Presidente Zapatero ha manifestado ser del Barça, ¿tú también lo eres?
No, en este punto no coincidimos en nada, ¡yo soy del Real Madrid! ¡Muy, muy del Real Madrid! Pero, en cambio, estuve en la final de la Champions en París el año 2006 y, entonces, sí que iba a favor del Barça.
 
Juan Carlos, muchas gracias y, ¡hasta luego!

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